¿Te ha sorprendido alguna vez el vínculo tan profundo que tienes con tu animal, que incluso a veces sabes lo que necesita sin que haya ninguna señal aparente?

Cuando entras en el campo relacional con tu animal, la información simplemente aparece, sabes lo que necesita, desde un nivel inconsciente.

La comunicación animal se basa en la intuición, la capacidad de entender algo de forma instintiva sin la necesidad de razonamiento consciente. Y el instinto es contextual, no es enteramente individual. Por eso se puede acceder a la información de otros seres sin la intervención de medios físicos conocidos.
Dicho en crudo, es la capacidad de comunicarse telepáticamente con otras especies. El arte de hacer preguntas para saber lo que es importante desde la perspectiva de otro ser, es lo que constituye la comunicación animal como una herramienta profesional que se usa de forma consciente y siempre para el bien del animal con el que se comunica.

Todos los seres vivos emiten de forma continua pensamientos, imágenes y emociones. Es preciso permitir que esa información se abra camino en la base de datos mental de experiencias, recuerdos, emociones, sentimientos, para que poder traducir lo que se está transmitiendo. Y si no pones la atención en eso, sencillamente, pasa desapercibido.

Comunicar con otro ser es un acto de atención, de escucha, de amor. ¿Cómo te vas a negar esa experiencia, por no atreverte a transitar tus prejuicios?